sábado, 3 de junio de 2017

Alfabeto Montessori (a nuestra manera)

Con Montessori tengo sentimientos enfrentados: hay cosas que me gustan  y cosas que me horrorizan. Hay ideas que sigo, o que intento seguir, y hay otras que claramente no son para mis hijos.
Es como que cuanto más leo y más sé, menos lo veo para nosotros. Aunque todos diréis que no, lo veo un método demasiado directivo, que dirige demasiado las actividades para los niños. Y eso a mi mayor no le sienta bien, él nunca ha sido muy de obedecer órdenes (bueno... ahora que va al cole sí, pero cuando empecé a informarme y buscar cosas para él, tenía dos años y ahí no, hasta los cuatro no ha sido de dejarse dirigir). Probablemente el problema sea que yo no sé presentarle los materiales, o tal vez que aspiraba a que fuera como los niños de otros blogs, que se pasan horas con las letras de lija repasando los contornos en una bandeja de sémola (no os digo el tiempo que duró la sémola en la bandeja, creo que tardé más en barrerlo que ellos en tirarlo).
PERO hay cosas que sí, que nos gustan y que usamos, aunque no las usamos como deberían usarse, ya que no somos muy ortodoxos nosotros XD
El alfabeto móvil es una de esas cosas. Compré las letras en el chino antes de enterarme de que existía el alfabeto Montessori; las compré para poner su nombre en la puerta de su habitación y claro, luego ya había que darles otro uso.
Para pintarlas usamos pintura la pajarita, R. estuvo varios días pintándolas, siguiendo los colores "oficiales": rojo para las vocales y azul para las consonantes.
Lo de usarlas es otro tema... al principio me pidió que le escribiera su nombre en una tarjeta (un trozo de cartón) y él ponía las letras encima.
Poco después añadimos más palabras (gato, mamá, papá...) y los nombres de sus compañeros de cole. Pasaba ratos entretenido, la verdad, así que supongo que aunque no se usase "bien" (y tampoco sé como es "bien") mereció la pena hacerlo.
Ahora mismo el alfabeto está guardado, a veces coge las letras y forma palabras, pero no le hace demasiado caso. Supongo que el "periodo sensible" ha terminado para él, o que se encuentra en pausa. De todas formas, cuando el peque tenga más edad probaré a ver si le gusta o muestra interés (ahora con dos años no, jeje)
Resumiendo... que creo que no he dicho nada aunque me he enrollado bastante: la frase "sigue al niño" me encanta, y la tengo muy presente en todos los momentos de nuestra vida, pero creo que todo  lo demás se ha desvirtuado, y que lo que rodea a lo Montessori tiene un halo demasiado comercial que me echa para atrás. No me refiero a los cursos y las formaciones, eso es lógico que exista, pues para conocer algo hay que formarse en ello. Pero no sé, hay mucho color, mucho plástico, mucha mesa de pensar camuflada como mesa de la paz... si hasta han dicho que el bote de la calma es Montessori! (y eso que a mi el bote me gusta, he hecho varios, me parecen bonitos y decorativos, aunque me calmen poco). Por eso digo que me quedo con lo que me interesa, con lo que me gusta y le va bien a mis hijos (si queréis un día os hablo de mis materiales montessori low cost, o de cómo lo hacemos en casa, o de la sobreestimulación a la que sometemos a los niños y con la que tampoco estoy de acuerdo -al menos para nosotros no-...)
Al final va a ser verdad que el embarazo me tiene reivindicativa, será cosa de las hormonas, jeje.
Por cierto, esta es una entrada programada. Seguramente cuando se publique no esté ya embarazada, pero llevaba mucho tiempo queriendo enseñaros en alfabeto móvil y queriendo poner por escrito y medio ordenada mi opinión sobre ésto (aunque creo que no lo he conseguido mucho).


No hay comentarios:

Publicar un comentario